Wednesday, January 27, 2010

Cae una violenta banda de jóvenes de ocho nacionalidades


Machete, pistola y munición incautados a los Blood


[sangre] y marcaban su territorio
con pintadas. Formaban una
violenta banda juvenil, con una
estructura semejante a la de las
bandas latinoamericanas de los
Latin King, aunque con una peculiaridad:
entre sus 39 miembros,
todos ya arrestados, había
jóvenes de ocho nacionalidades
distintas: suramericanos, norteamericanos,
de Europa del Este
y magrebíes. La red tenía su base
en Torrevieja (sur de Alicante).
“Sí que se ha notado [la
desarticulación]” comentó ayer
el quiosquero del área de influencia
del grupo, en el este del
caso urbano de la localidad.
La Guardia Civil ha culminado
la desarticulación de la banda
con la detención en Madrid,
Valencia y Alicante de los cuatro
cabecillas. Los agentes les imputan,
entre otros, delitos de tráfico
de drogas, allanamiento de
morada, lesiones y tenencia ilícita
de armas. La investigación
que ha permitido desarticular el
grupo comenzó a mediados de
2009 en Torrevieja, al comprobar
la implantación de una banda
juvenil organizada. Sus componentes,
con edades entre los
14 y 25 años, controlaban el tráfico
de drogas al menudeo en lugares
de ocio y comentían pequeños
robos y hurtos.
Los agentes arrestaron el pasado
octubre a 16 miembros del
grupo en Torrevieja. Un mes
después, también en esta localidad,
detuvieron a otros 19 integrantes.
Y este mes han arrestado
a los cuatro dirigentes de la
banda. En seis registros domiciliarios,
los agentes del instituto
armado se han incautado de armas
de fuego, droga y documentación
sobre su estructura (rígida,
jerarquizada y con severos
castigos a los díscolos).
En Torrevieja (100.000 habitantes)
hay inmigrantes procedentes
del este de Europa, de
Iberoamérica y magrebíes. A comienzos
de esta década, surgieron
las primeras bandas de Latin
King, y sus oponentes, los
Black Lions y los Ñetas. El acoso
policial acabó por erradicarlos
con la detención de 36 jóvenes.
Los vecinos de Torrevieja
han encajado con alivio los últimos
arrestos de esta banda juvenil
callejera que delinquía en la
localidad. En la zona del casco
urbano donde los miembros del
grupo Blood solían merodear, el
comentario generalizado entre
comerciantes y dueños de bares
fue: “Ahora hay más tranquilidad”.
“Estamos acostumbrados
a la inseguridad, si no son los
Latin son los tiroteos en plena
calle de las mafias”, comentó un
taxista. Un muchacho apostilló:
“No eran peligrosos si no te metías
con ellos”.