Wednesday, January 27, 2010

Cinco detenidos en la mayor operación anti-ETA de la Ertzaintza en siete años

La unidad antiterrorista creada por López cierra una operación iniciada en 2008



La Ertzaintza fue protagonista
ayer, casi siete años después, de
una nueva operación a gran escala
contra ETA. Al estilo de las
que acostumbran a encabezar
en Euskadi la Guardia Civil y el
Cuerpo Nacional de Policía. Una
operación desencadenada de madrugada,
coordinada por el juez
de la Audiencia Nacional Eloy Velasco,
se saldó con cinco detenidos
en tres localidades costeras,
limítrofes entre Guipúzcoa y Vizcaya.
La nueva división antiterrorista
y de investigación con la
que el Gobierno de Patxi López
ha dotado a la policía autonómica
se apuntó, así, su primer tanto
en la lucha contra la banda.
El amplio dispositivo, integrado
por cerca de un centenar de
ertzainas, permitió la detención
de cinco presuntos miembros legales
de ETA. Ibon Iparragirre,
Xeber Uribe y Asier Badiola,
arrestados en Ondarroa, formaban
el núcleo central de un comando
en el que también participaban
Javier Zubizarreta y Jon
Iñaki Esnaola, apresados en Mutriku
y Deba. A todos ellos se les
acusa de participar activamente
en el atentado cometido en 2008
con coche bomba contra la comisaría
de Ondarroa, un “intento
de masacre” que provocó 11 heridos.
También en un ataque contra
maquinaria de las obras del
AVE vasco y en otro contra un
repetidor en Azpeitia.


La policía autonómica practicó
ocho registros en distintos locales
vinculados a los detenidos.
En una vivienda asociada a Ibon
Iparragirre, supuesto cabecilla
de la célula desarticulada, los ertzainas
se incautaron de una pistola,
material explosivo y varias
tarteras, lo que apunta hacia la
posibilidad de que el comando
estuviera trabajando en la elaboración
de bombas lapa.
La actuación de ayer llevaba
tiempo en la recámara. El consejero
vasco de Interior, Rodolfo
Ares, se limitó a desvelar que la
operación se inició “hace muchos
meses”. Se refería a que comenzó
durante el anterior Gobierno
del PNV. La investigación
hunde sus raíces en 2008,
aunque no se ha podido materializar
en detenciones hasta la
puesta en marcha de la nueva
división antiterrorista de la
Ertzaintza, que ha conseguido
coordinar las pesquisas y ordenar
la información disponible.
La detención de los cinco supuestos
integrantes de ETA supone
el primer espaldarazo a la especialización
antiterrorista de la
policía autonómica, una modificación
organizativa que ha erigido
en buque insignia el nuevo Gobierno
vasco de los socialistas para
visualizar su apuesta por el
cambio. La Ertzaintza no montaba
una operación de tanto calado
desde septiembre de 2003, cuando
lideró la desarticulación del comando
Vizcaya. Desde entonces,
sus actuaciones se han limitado
al arresto aislado de algunos etarras
y al hallazgo de varios escondites
en los que la banda ocultaba
material para perpetrar atentados
y ataques de kale borroka.
La noticia motivó pronto distintas
reacciones políticas. El
presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, felicitó
a la policía vasca por la desactivación
de una célula que definió
como “de gran peligrosidad”.
El líder de la oposición,
Mariano Rajoy, fue incluso más
allá al valorar la actuación como
una “reafirmación” del acuerdo
alcanzado entre el PSE y el PP
en Euskadi. “Que la Ertzaintza
actuara con la máxima eficacia
en la lucha contra ETA era algo
muy importante y que veníamos
demandando hace muchos
años”, recalcó.
Antes de enzarzarse con el
PSE por la supuesta ineficacia
de la policía autonómica en mandatos
anteriores, también el
PNV afirmó que, si las imputaciones
se confirman, “la Ertzaintza
habrá cumplido bien
con su trabajo”.